lunes, 24 de octubre de 2011


ENORME CALABAZA.
Nunca pensó Baldomero Morrondo Ojeda que al sembrar calabaza en su finca iba a tener una cosecha tan abrumadora. De las flores comenzaron a brotar pequeños calabacines que poco a poco crecieron. Para sorpresa suya a medidas que progresaban los calabacines unas enormes calabazas se desarrollaban. Las fue dejando madurar hasta que una de ellas peso nada menos que 48 libras.
Ojeda es vecino de La Güira de Pesquero y para su satisfacción logró obtener varios ejemplares con este peso o más.