jueves, 24 de agosto de 2017



DIFICIL SUBIDA

Elder Leyva Almaguer


Destreza, inteligencia y resistencia, son tres cualidades que debe tener una persona que  decida participar en las competencias del Palo Ensebado. No es fácil trepar hasta el final. En los primeros momentos la subida se hace difícil por lo resbaladizo de la trepada y la altura que tiene la viga.
La competencia consiste en trepar por una vara o pértiga de 5 a 6 metros y unos 20 centímetros de diámetro, clavada en  tierra y untada de grasa. La diversión radica en subir y resbalar, una y otra vez, hasta que uno de los participantes alcanza la punta y logra el premio.
Al  palo ensebado se le conoce también como cucaña, y en Nápoles, Italia, era muy común durante los siglos XVI y XVII en las fiestas populares, cuando en medio de una plaza pública se formaba una pequeña montaña artificial, que simbolizaba el Vesubio y del cráter de aquel falso volcán salían en erupción manjares, que la gente se apresuraba a agarrar. Además, es utilizado como ritos religiosos en algunos países.
Otro tipo de “palo ensebado” es el árbol de mayo, como se le conoce en algunos pueblos de España. Durante el mes de mayo, este se adorna con cintas y frutas, y concurren mozas y mozos, a divertirse con bailes alrededor de él.
Esta danza de las cintas es conocida en toda América, aunque con diferentes nombres. Se realiza alrededor de un palo de cuya parte superior penden largas cintas, que los danzantes van trenzando mientras bailan y cantan a su alredor.
Los países de América Latina y el Caribe lo tienen como diversión heredada de los  españoles. En nuestro país, en cada fiesta popular que se realizan en los barrios montañosos, los campesinos disfrutan de esta “resbaladiza competencia”, que los hace gozar y a la vez obtener algún premio.